¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad
de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se
consolide la Unión,
yo bajaré tranquilo al sepulcro.
Hacienda de San Pedro, en Santa Marta, a 10 de
diciembre de 1830.
Simón Bolívar
1.-El informe final sobre la muerte del Libertador Simón Bolívar de la comisión investigadora
“Con el nombre de Bolívar en los labios, en canciones patrióticas, tomaron a París los revolucionarios de 1830” Miguel de Unamuno
Ω III
Hasta
aquí, las investigaciones de la Comisión encabezada por el Dr. José
Antonio Lorente Acosta, ha dejado asentado dos cosas fundamentales: 1.-
Los restos que reposan en el Panteón Nacional, son los del Libertador
Simón Bolívar; 2.- No hai manera, en absoluto, de comprobar que el
Libertador haya sido envenenado i en los huesos es imposible detectar
lesiones o bacilos tuberculosos, así la persona haya fallecido por esta
enfermedad. I por mi parte, quiero resaltar lo expresado por el mismo
notable investigador: “hay necesidad de trabajar con datos historiográficos y analizar muy bien todo lo que se hizo: la autopsia y todo lo demás”. En el presente, el término correcto, no es autopsia sino necropsia.
Pues
bien, estos datos historiográficos que pertenecen a la historiografía,
no sólo como arte de escribir la historia, sino que es un estudio
biográfico i crítico, sobre los hechos del pasado, las fuentes i los
autores que se han ocupado con relevancia de esas investigaciones. En
Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia i muchos otros países del
continente, se ha escrito sobre Bolívar, así como en numerosos países de
otros continentes. Se ha tratado sobre su vida i obra en más de 16
idiomas, i es el héroe de guerras independentistas que tiene más
estatuas o monumentos, igualmente a escala mundial en importantes
ciudades; también hai pueblos i ciudades con su nombre.
Decir
que el Libertador llegó a Santa Marta en buenas condiciones de salud,
no solamente es ignorancia o fingimiento de ignorancia por parte de escribidores
improvisados, sino un mayúsculo disparate intencional, desvirtuando la
realidad i la historia, así como el testimonio de todos, absolutamente
todos los contemporáneos, de aquella pequeña población, puerto en
Colombia. Veamos como lo expone Augusto Mijares. Primero hace notar que
Bolívar venía grave, derrotado anímicamente por los libelos i calumnias de sus enemigos i exclamaba destrozado: “mi aflicción no tiene medida, porque la calumnia me ahoga como aquellas serpientes de Laocoonte”.
Expone Mijares textualmente: “De acuerdo con lo que había sido
proyectado, se trasladó por mar a Santa Marta, adonde llegó la noche el
1° de diciembre. Allí encontró a un médico francés, Alejandro Próspero
Reverend, el cual se dedicó a cuidarlo y desde ese mismo día llevó un
diario donde anotaba el curso de la enfermedad”. En el primer asiento de
ese diario, dice: “S.E. llegó a esta ciudad de Santa Marta a las siete y media de la noche, procedente de Sabanilla, en el bergantín nacionalManuel; y
habiendo venido a tierra en una silla de brazos, por no poder caminar,
le encontré en el estado siguiente: cuerpo muy flaco y extenuado; el
semblante adolorido y una inquietud de ánimo constante. La voz ronca,
una tos profunda, con esputos viscosos y de color verdoso. El pulso
igual pero comprimido. La digestión laboriosa. Las frecuentes
impresiones del paciente indicaban padecimientos morales. Finalmente, la
enfermedad de S.E. me pareció ser de las más graves, y mi primera
opinión fue que tenia los pulmones dañados”. Este diagnóstico fue confirmado al día siguiente por el Dr. N. Nigth, cirujano de la goleta de guerra Grampus, de los Estados Unidos que casualmente estaba en el puerto.
Ahora
bien ¿Hai que dudar de estos datos asentados por escrito, corroborado
el diagnóstico por otro médico i las circunstancia sociales en la vida
de todo el pueblo que le recibió? El Libertador no solamente llegó
enfermo físicamente i moralmente por la ingratitud de sus conciudadanos,
sino que llegó grave, impedido de caminar por la debilidad
extrema i con los síntomas más típicos de una tuberculosis pulmonar.
Dudarlo e inventar mentiras, no solamente es falsedad, sino un delito i un disparate histórico. Ese
es el cuadro que pintan el 98% de los autores que han escrito sobre la
enfermedad i muerte del Libertador, cifras que están expuestas en
detalles, en la obra de Antonio Martínez Zulaica, titulada
PATOGRAFÍA DE SIMÓN BOLÍVAR, especialmente en varias tablas
estadísticas entre las páginas 460 i 467. La única persona que expone
todo lo contrario, sin ser historiador ni médico, es un descendiente de
Don Joaquín de Mier, el noble español que le dio refugio en San Pedro
Alejandrino i que, el descendiente audaz, calumnia i lo pone como
conspirador i traidor al Libertador, i miente descaradamente diciendo
que estaba en buen estado de salud i con un ejército de 2000 hombres
pensaba invadir a Venezuela. En realidad, historiadores serios han dado
otras hipótesis sobre las causas de la muerte, que ya mencionaré, pero
que podrían tener cierto grado de credibilidad; no un desbarajuste
histórico como el pseudo historiador expone en sus dos tomos de LA
CARTA. Basura comercial. De manera que el personaje bajado del Manuel,
no era Bolívar sino un “doble” tan bien entrenado, “maquillado i
enfermado” (un portento del cine actual en Hollywood) que se prestó a
morir. El verdadero Bolívar estaba muerto i enterrado en la selva
colombiana.
2.- Estafa Histórica la muerte de Simón Bolívar
Poco antes de ser asesinado, el
Libertador exigió a sus verdugos el beneficio de una última voluntad:
escribir una Carta de despedida a Fanny Duvillar, la amante de sus años
mozos en París. Pero, bajo la forma de una carta de amor, el documento
contiene cifrada la identificación de sus asesinos, de la conspiración
en su contra, de cómo había sido traicionado y secuestrado, y, lo más
asombroso, dónde está enterrado.
Bolívar no murió por causas naturales, ni
por envenenamiento, ni por mala praxis. Todo cuanto ha sido escrito
hasta la fecha sobre la muerte del Libertador no es más que una falacia
para encubrir los hechos reales que se sucedieron en torno a su muerte.
Hubo una conspiración tramada por las personas más allegadas al
Libertador. Fue traicionado por aquellos que se decían leales a su
autoridad y que lo acompañaron hasta sus últimos días en Santa Marta.
El descubrimiento de las claves y los
secretos ocultos sobre la muerte de Simón Bolívar, por lo sorprendente
de sus hallazgos y revelaciones, llevarán al lector a la convicción de
que la historia de Bolívar (y por ende la historia de Venezuela y la de
América) fue secuestrada y adulterada por una pandilla de traidores de
Venezuela, España, Estados Unidos e Inglaterra.
Bolívar no murió de tuberculosis. Bolívar
no murió en la Quinta San Pedro Alejandrino. Bolívar no murió un 17 de
diciembre de 1830. Los restos de Bolívar no están en el Panteón
Nacional. ¿Cómo murió Bolívar? ¿Cuándo murió Bolívar? ¿Quién mató a
Bolívar? y ¿Dónde está Bolívar? son preguntas que podrán responderse
quien lea este libro revelador, que ofrece un Bolívar inédito y
poderosamente real, que devela las mentiras, fraudes, falsificaciones y
conspiraciones, que por 178 años nos han legado los historiadores
ortodoxos, para ocultar la verdad sobre la muerte de Simón Bolívar.
En este libro se devela una mentira
que ha sido dicha una y mil veces por 177 años, en cuanto a que Bolívar
murió en la agonía de una enfermedad en medio de familiares y amigos,
tal cual lo contaron sus asesinos, y cuyas versiones constituyen la
versión oficial de su muerte
¡..Eso no es verdad..!
como una conclusión a la que llegará el propio lector, luego de leer las
pruebas de un magnicidio que fue conjurado por personas que se decían
fieles al Libertador. Bolívar no murió de una tuberculosis fulminante
como nos dejó escrito Alejandro Próspero Révérend en sus 33 Boletines,
quien se proclamó “Médico de cabecera del Libertador”- Así tituló un
Diario que describe los 17 días desde la primera noche que lo atendió…
Las investigaciones indican que esas memorias tenían la intención de
oculta la Conspiración que requería de un Bolívar agonizante para lograr
sus objetivos; y para ello, Révérend resultó ser la persona clave en la
secuencia de mentiras que han sido defendidas por los más connotados
historiadores, porque Révérend fue la fachada de una asesinato, al ser
alabado por la Historia como la persona abnegada que atendió al
Libertador en su agonía; quien escribió los 33 Boletines médicos
siguiendo el código masónico del grado 33 del rito que profesaba el
francés; quien le hizo la autopsia, quien embalsamó el cadáver, quien
vistió al difunto, quien reconoció sus restos al momento de la
repatriación; y como la única persona que escribió de Bolívar durante
esos 17 días de agonía… En fin, Révérend es la clave para develar el
misterio sobre la muerte del Libertador, cuyos detalles están contenidos
en este libro junto con una información inédita de documentos y
revelaciones, de los cuales se concluye: que todo lo que ha sido escrito
hasta la fecha sobre la muerte de Bolívar, no es más que una mentira
que por vez primera es develada como un Código Secreto, por cuanto la
verdad sobre su muerte fue ocultada en Signos Masónicos que Simón
Bolívar dejó registrado en una Carta, que pidió escribir como su última
voluntad, lo cual significa que fue ajusticiado, y no murió por causas
naturales como resultado de una tuberculosis fulminante, ni tampoco
murió por causa de un envenenamiento o mala praxis.
Sí… ¡..Bolívar fue
asesinado..! No se trata de una especulación. Hubo una Conspiración
tramada por las personas más allegadas al Libertador, que se decían
leales a su autoridad y que lo acompañaron hasta Santa Marta. Todo fue
parte de un complot
El asesinato constituyó un secreto de
familia que fue develado por un descendiente de uno de los homicidas.
Pero más sorprendente aún, fueron las claves que dejó escrito el propio
Libertador antes de ser asesinado, que al ser develadas como signos
masónicos insertados dentro de la escritura de una inocente Carta que
escribió antes de morir, nos revela una verdad que impacta por su
genialidad, por su significado y por su trascendencia histórica, puesto
que contiene todas las respuestas a las cuatro interrogantes que desde
siempre han intrigados a los investigadores:
Descubrir las claves y los secretos
ocultos sobre la muerte de Simón Bolívar, por lo sorprendente de sus
hallazgos y revelaciones, parecerán sacados de una historia de ciencia
ficción al mejor estilo del Código Da Vinci; pero sin embargo, y para
sorpresa del lector, no son cuentos de fantasía, ni una de las tantas
especulaciones que se pueden hacer sobre la muerte de Bolívar.
En el Libro LA CARTA se presenta una
verdad sorprendente, que por vez primera se expone con todos sus
detalles y todas las consecuencias que conllevan a su revelación; para
ello ha sido estructurado en dos volúmenes:
EL LIBRO 1 es demoledor
en cuanto a presentar una versión distinta sobre la muerte del
Libertador, utilizando para ello los argumentos y documentos oficiales,
lo cual lo convierte en un Libro muy interesante, ya que además incluye
capítulos inéditos:
a) La falsedad del Testamento del Libertador b) La mentira de la
última Proclama que ha sido utilizada para estigmatizar la última
voluntad de Bolívar c) La hija del Libertador, que demuestra que
ciertamente sí dejó descendencia d) La República Bolivariana de LA
FLORIDA que había sido ocultada por el imperialismo, para que no se
supiera que la primera república que independizó Bolívar fue La Florida
e) La verdad sobre la espada de Bolívar que había sido robada de la
Quinta en Bogotá por el grupo guerrillero M-19 f) Los oficiales y amigos
que resultaron ser parte de la conspiración para asesinarlo g) La
aventura amorosa del Libertador h) La Sociedad Secreta “Huesos y
Calaveras” en la conspiración para asesinar al Libertador
3.- Enigmas sobre la muerte de Simón Bolívar
Posiblemente
los investigadores bolivarianos Jorge Mier Hoffman y William Hernández
Ospino influyeron en el presidente Chávez, al anunciar en uno de sus
programas Aló Presidente que:" "A Bolívar lo asesinaron, lo querían
muerto". "Yo no me convencí de que Bolívar murió de tuberculosis" (como
dice la historia oficial), porque "tres meses antes de morir, Bolívar
recorrió no sé cuántos kilómetros hasta Bogotá".
19 de Diciembre del 2010.
Las amenazas contra Bolívar Más
y más amenazas hacia Bolívar florecían en los rincones informativos de
la vida santafereña del siglo XIX, en diarios como: "El Conductor, El
Patriota y La Gaceta Oficial, Francisco de Paula Santander y su séquito,
en forma de líbelos, epigramas, cartas, discursos o sonetos, atacaban a
Bolívar y decían que lo iban a matar".? Según sus indagaciones del
mismo autor, Bolívar tuvo cuatro atentados ordenados por Santander, en
Bucaramanga, Bogotá, Soacha y otro en el Palacio de San Carlos, antigua
casa presidencial. Quizás hubo un quinto y sería en Santa Marta
GERARDO DORANTE CNP 17.632
- Sobre la muerte de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad
Bolívar y Palacios, aconteció según fuentes oficiales el 17 de diciembre
de 1830, a las 1:07 pm en la quinta San Pedro Alejandrino en Santa
Marta (Colombia) de tuberculosis, diagnóstico señalado en los 33
boletines médicos del cual se han tejido dudas sobre la profesionalidad y
veracidad del médico de cabecera del libertador Alejandro Próspero
Reverend en sus últimos momentos en el umbral de su muerte. Aunado a lo
anterior, se suman varios argumentos enigmáticos de carácter
teórico-especulativos que no dejan de tener razones lógicas sobre las
vivencias férrea y mística del fundador de esa Gran Colombia llamado
Simón Bolívar. Argumentos sostenidos por dos reconocidos historiadores y
autores de varias obras de interés como "La Carta que cambiará la
historia", del venezolano Jorge Mier Hoffman; y William Hernández
Ospino, colombiano autor de la obra: "La Verdad Más Allá de mi Tumba"
(pruebas del complot de Santander y Estados Unidos contra el General
Simón Bolívar). Estos dos investigadores muestran con documentos y
análisis críticos, lo que consideran una conspiración tramada por las
personas más allegadas al libertador; traicionado por aquellos que se
decían leales y que lo acompañaron hasta sus últimos días. Posiblemente
estos dos investigadores bolivarianos influyeron en el presidente
Chávez, al anunciar en uno de sus programas Aló Presidente que:" "A
Bolívar lo asesinaron, lo querían muerto". "Yo no me convencí de que
Bolívar murió de tuberculosis" (como dice la historia oficial), porque
"tres meses antes de morir, Bolívar recorrió no sé cuántos kilómetros
hasta Bogotá". Lo cierto de todo esto, no deja de impactar a todos
aquellos que admiran y veneran con respeto la memoria del padre de la
patria bolivariana y libertador de varias naciones. Tres enigmas de
interés, una oficial sobre la muerte de Bolívar conocidas por todos y
magistralmente novelada por Gabriel Gracía Márquez en su libro: "El
general en su laberinto". La del investigador Jorge Mier Hoffman,
durante 20 años de estudios sobre la vida de Bolívar, basándose en
investigaciones de campo tomando como inicio la salida de Bogotá del
libertador el 8 de mayo de 1830 y documentos inéditos de uno de los
descendientes de Joaquín de Mier, donde describen del magnicidio. Y la
de Hernández Ospino, indica que a Bolívar lo envenenaron por la búsqueda
ambiciosa de poder, esa conclusión surge de un trabajo que lleva 30
años, donde se ha dedicado a estudiar el ideario bolivariano, leyendo
las cartas, los discursos y las proclamas que Simón Bolívar relató en su
corta, pero agitada vida. La historia conocida
Bolívar
partió de Bogotá un 8 de mayo de 1830, hasta el día de su muerte,
anunciada el 17 de diciembre del mismo año. "El 8 de mayo a las 9:30 de
la mañana sale de Bogotá con rumbo a Cartagena, acompañado de un grupo
de amigos personales entre civiles y militares rumbo a Cartagena,
resuelto a irse para Europa" (El último viaje de Bolívar, Miguel Hurtado
Leña. Revista Desafío de la Historia, nº 6). Este viaje dio origen a la
novela del Gabo (Gabriel García Márquez): "El general en su laberinto",
donde el autor imagina (sin deformar la historia) el epílogo de la vida
del creador de la llamada Gran Colombia, iniciada según Vinicio Romero
Martínez, el 17 de diciembre de 1819, en Angostura con la aprobación de
la Ley Fundamental de Colombia: ".las repúblicas de Venezuela y la Nueva
Granada quedan desde este día reunidas en una sola bajo el título
glorioso de República de Colombia"; integrada en sus inicios por tres
departamentos cuyas capitales serían Caracas, Quito y Bogotá. Después de
haber dado libertad a millones de sudamericanos, Bolívar se encuentra
en su último instante con muy pocos amigos que lo rodean: Mariano
Montilla, Fernando Bolívar (sobrino del libertador), José Laurencio
Silva, Portocarrero, el edecán Belfort Hinton Wilson, Diego Ibarra, José
de la Cruz Paredes, José María Carreño, Joaquín de Mier entre otros,
que posteriormente serían descritos como traidores a los designios
bolivarianos. Según historiadores, Bolívar ya no era el guerrero
impetuoso dispuesto a consolidar la república, sino un Bolívar
derrotado, humillado y temeroso. La versión oficial también dice que el
español Joaquín de Mier y Benítez, hombre bondadoso de admiración hacia
el libertador, de manera desinteresada brindó su casa de campo para
hospedar al ilustre enfermo y para ello envió a Barranquilla el
bergantín (barco de velas) "Manuel", de su propiedad para trasladar a
Bolívar a Santa Marta," llegando el 1º de diciembre de 1830, a las 7:30
de la noche, habiendo venido a tierra en una silla de brazos por no
poder caminar (.)". Boletín nº 1, Reverend.
De allí el
libertador fue llevado a la casa de aduana, propiedad del adinerado
español (Joaquín Mier), donde permaneció por seis días, autorizando su
traslado a San Pedro Alejandrino el propio Reverend ya que la condición
física de Bolívar iba empeorando: "La noche pasada fue regular, mediante
píldoras calmantes que tomó su Excelencia.Salió por la tarde para la
quinta San Pedro, donde llegó bastante contento del viaje, que decía le
había aprovechado, pues lo condujeron en berlina (.)". Boletín Nº 6.
Para
entonces Bolívar ya mostraba un cuadro irreversible de la enfermedad
considerada como tisis pulmonar. Para el 16 de diciembre el libertador
ya convaleciente se complica, de acuerdo al boletín nº 31: ". ha hecho
orines ensangrentados. La respiración es mas trabajosa, y apenas han
purgado los vejigatorios, principalmente los de las pantorrillas.
Frotaciones espirituosas en los extremos, antiespasmódicos al interior."
El médico de cabecera Alejandro Próspero Reverend, viendo que llegaba
el momento, sale de la habitación para invitar a sus allegados políticos
y militares a que entren al cuarto del genio de América: "Señores, si
queréis presenciar los últimos momentos y postrer aliento del
libertador, ya es tiempo" (Diario de Reverend).
El 17
de diciembre de 1830, a la 1.07 pm, muere en su habitación a causa de
una tuberculosis fatal, el médico al respecto escribió en su diario: "No
hay duda que agentes físicos ocasionaron primitivamente el catarro del
pulmón, tanto más cuando que la constitución individual favorecía el
desarrollo de esta enfermedad (.)". ¿Por qué la autopsia?
A
la misma fecha, a las cuatro de la tarde, en presencia de los generales
Mariano Montilla y José Laurencio Silva, habiéndose hecho la inspección
del cadáver en una de las salas de la quinta San Pedro, el mismo
Alejandro Reverend realizó la autopsia, lo cual originó el desangrado y
el uso del bisturí e instrumentos de sierra, ganchos para el estudio de
los órganos. Posterior a la autopsia, los restos mortales del general
Bolívar, fue trasladado a la casa de Aduana para proceder a su
embalsamiento. "Por desgracia estaba enfermo el único boticario que
había en la ciudad. Muy escasas fueron sino faltaron, las preparaciones
que se usan en semejante caso, hallándome solo para practicar esa
operación. Se me hizo muy laboriosa la tarea, máxime cuando se me había
limitado un corto tiempo, y que este trabajo se hacía de noche (.)"
Memorias de Reverend. Según lo reseña en su libro de memorias escrito 36
años después de la muerte del libertador en Francia en 1866, el mismo
Reverend señala que no pudo completar el embalsamiento porque el señor
Tomasín, estaba enfermo, y era el único boticario que había, pero
resulta que el mismo era el dueño y boticario. Reverend, llegó a Santa
Marta el 24 de julio de 1824, estableciendo una botica en la casa Nº 11
de la calle de la cárcel, desde donde prescribía medicamentos a los
pobladores. El escritor Jorge M. Hoffman, en su libro La Carta, se
pregunta ¿Por qué la autopsia Si había muerto por tuberculosis? ¿Por qué
un acto macabro e innecesario? Si Bolívar murió como dice Reverend en
sus boletines de tuberculosis, no eran necesarios tales maltratos y
desfiguramiento del cuerpo, cortándole la cabeza con una cierra para
sacar el cerebro y abrirle el pecho para extraerle los órganos con el
corazón. Lo extraño de caso es que ningún familiar como es costumbre
autorizó la mencionada autopsia; la misma según carta dirigida del
propio médico francés al secretario J.A. Cepeda, en Cartagena el 12 de
enero de 1831, la cual dice:"A las 4 de la tarde, tres horas después que
se confirmó la muerte del libertador, se llevó el cadáver a la sala
contigua a la habitación del enfermo, donde procedió a realizar la
autopsia, la cual se extendería por cuatro horas, hasta las 8 de la
noche, en presencia de los generales Mariano Montilla y José Laurencio
Silva (.). Según este examen, es fácil reconocer que la enfermedad de
que ha muerto Su Excelencia el libertador era en su principio un catarro
pulmonar, que habiendo sido descuidado, pasó al estado crónico, y
consecutivamente degeneró en tisis tuberculosa (.)". ¿Era Reverend medico?
En
uno de los libros publicados por el Dr. José Izquierdo, el escritor
pone en tela de juicio la enfermedad aparente de Bolívar como también
dudas sobre la profesión médica de Alejandro Próspero Reverend. Al
respecto dice lo siguiente: "Reverend no era médico, su nombre no figura
en el archivo de la Facultad de Medicina de París ni en el de algún
otro de los institutos de Francia que daban enseñanza médica durante las
décadas segunda y tercera del siglo XIX, únicas a las cuales podrían
corresponder sus estudios médicos. Cuando años después Reverend pidió a
los congresos de Bogotá y Caracas, el título honorario de Médico Mayor
del Ejército, las respectivas respuestas fueron negativas. La de Bogotá
con cortesía, la de Caracas con la implícita y lamentable observación de
que él no poseía títulos universitarios".
De igual
manera personal de profesores de la UCV, en 1980 y galenos
pertenecientes a la Sociedad Venezolana de la Historia de la Medicina,
17 años antes en 1963, hicieron estudios a los 33 boletines publicados
por Reverend, donde sugiere que el deceso del Bolívar pudo ser por
consecuencia de una "colitis aguda febril de naturaleza amibiana, con
posible paludismo, sífilis, e inclusive por envenenamiento causado por
arsénico contenido en muchos medicamentos de la época. Según información
del investigador Jorge Hoffman en su libro la Carta, pág. 210, en 1883,
el Dr. Rodrigo Chacón, sacó un folleto donde afirma que Bolívar no
murió por tuberculosis sino por paludismo. El Diario El Tiempo de
Bogotá, público el 18 de diciembre de 1930 un trabajo científico del Dr.
Francisco Gneco Mozo, titulado Diario Nosológico, donde califica a
Reverend de mediocre medicastro del pueblucho que dormía tranquilo bajo
una techumbre de empirismo sin inquietudes(.). Ilustrando de esta manera
que los auxilios prestados a Bolívar no correspondieron a una
metodología médica clínicamente aprobada y aceptada para la época. Para
el historiador Bolivariano Meir Hoffman, son muchas las interrogantes si
ese señor no era médico. "Si no era médico, eso significa sólo dos
cosas: que todos estos señores (Reverend, Mariano Montilla, Laurencio
Silva, entre otros) mintieron o los documentos que tenemos para
certificar la muerte del libertador fueron manipulados, lo que significa
que estamos en presencia de una conspiración". (La Carta, pág. 211). Lo
cierto del caso que este médico o seudomédico, fue el único que
registró los detalles sobre los últimos 17 días del libertador y por lo
tanto la única fuente histórica para investigar y en la cual se basan la
mayoría de los investigadores en un hecho de tanta relevancia como lo
fue la muerte de Simón Bolívar, después de 36 años del fallecimiento,
cuando se encontraba en París. (Leer La Carta, tomo I, pág. 201). Complot contra Bolívar
Para
el investigador e historiador colombiano William Hernández Ospino, la
teoría de la verdadera causa de la muerte de Bolívar y el complot para
asesinarlo, la cual se describe de manera detallada en su último libro:
"La verdad más allá de mi tumba, pruebas del complot de Santander y
Estados Unidos contra Simón Bolívar". Esta teoría busca replantear la
interpretación de la historia partiendo de un conflicto político. Este
podría ser uno de aquellos casos donde a través de la investigación y
conectando cada detalle que muestra las evidencias del pasado, la
certeza podría develar algo que muchos han considerado una mentira y que
otros han decidido sepultar, las causas por las cuales murió el
Libertador. En este libro ya mencionado Ospino, describe con detalles
que a Bolívar lo asesinaron por la búsqueda ambiciosa de poder, esa
conclusión surge de un trabajo de investigación por 30 años. La lectura
que hizo al famoso diario del francés Alejandro Próspero Reverend, quien
escribió en París, 36 años después de la muerte de Bolívar, los
detalles del tratamiento que le hizo en los últimos días que residió en
Santa Marta. Donde comparó lo descrito por el famoso médico con
documentos de archivo, entre cartas y periódicos de la época, hallados
en Bogotá, encontrando diversas contradicciones e interrogantes, dudas
que se convirtieron en cuestionamientos: ¿el diario médico de Reverend
fue sincero o fue compuesto y pagado por un tercero? Según Hernández
Ospino el tratamiento utilizado por el francés no fue para sanarlo. Sospechas por envenenamiento
Durante
décadas, personas de varias partes del mundo se han interesado por
encontrar una explicación que indique con certeza de qué murió el
Libertador. La autopsia conocida y practicada por el mismo Reverend
señala a la tisis tuberculosa, como la enfermedad que mató al héroe de
la historia latinoamericana. Estudios realizados en el presente año por
el Dr. Paul G. Auwaerter, médico, MBA, profesor y director clínico en la
División de Enfermedades Infecciosas del Departamento de Medicina de la
Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore,
Estados Unidos, anunció que luego de revisado el caso de Bolívar, que
era probable que el general no hubiese muerto de tuberculosis. En lugar
de ello, ve evidencia de una causa de muerte más siniestra:
"envenenamiento crónico por arsénico que produjo una enfermedad
respiratoria severa". Para Hernández, el químico era la base para uno de
los medicamentos que le suministraba Reverend a su paciente en la
Quinta de San Pedro Alejandrino: la aplicación de cataplasmas o
sinapismos a base de mostaza y arsénico, que les provocaban úlceras
dolorosas en la piel.? Sumado a lo previamente señalado, la posición de
otros investigadores que señalan la utilización del polvo de cantárida,
famoso por sus efectos afrodisíacos extraídos de un insecto y que en
sobredosis es letal. También le resultó interesante que además de los
peligrosos ingredientes de dichos medicamentos le aplicara linimento de
Gondret, una combinación de manteca de cerdo con amoníaco líquido, que
en forma de pomada lo untaba sobre la piel de Bolívar.
Para
Hernández Ospino, no cabe la menor duda (como lo señala en su libro),
que el famoso médico de cabecera sabía conscientemente qué clase de
tratamiento tóxico le suministraba a Bolívar, porque era boticario con
pleno conocimiento de lo que hacía. Sobre su profesión como médico está
seguro que nunca la estudió y más bien se valía del conocimiento popular
que no estaba en esa época muy distante del ejercicio galeno. ¿Por qué
razón un boticario francés quien venía con ese conocimiento de la
farmacopea europea le aplica a un hombre en estado de debilidad un
tratamiento eminentemente tóxico? La pregunta se la hace el historiador a
la vez que manifiesta que éstas son reflexiones basadas en analogías
hechas después de largas investigaciones y confrontaciones con los otros
escritores a quienes cita en su obra. En su literatura de fundamento
histórico, no considera a Reverend como un asesino; pero sí una pieza
clave dentro de un gran plan que se venía gestando años atrás para
atentar contra la vida de Simón Bolívar.
El escritor
en su libro: "La verdad más allá de mi tumba", no vacila en afirmar que
existió una compleja y bien armada estructura que planeó y ejecutó en el
momento preciso el crimen de que fuera víctima el Libertador. "Entre
las acciones realizadas en el tratamiento de Alejandro Próspero Reverend
y una probable asesoría que hiciera un médico militar, de apellido Mc
Night (también descrito por el historiador venezolano Jorge Meir Hoffman
en su libro La Carta), nacido en Nueva York, y posiblemente su
entrenamiento médico lo recibió en Filadelfia". (Hernández Ospino). República de La Florida
Para
el momento en que Bolívar se encontraba en Santa Marta, Andrew Jackson
ocupaba la presidencia de los EEUU. La Obsesión de este Presidente,
surgió 13 años antes, cuando Bolívar desde Angostura, dirigió las
acciones militares para invadir la península de Florida que estaba en
poder de los españoles, en su objetivo de lograr su independencia y con
esta acción militar, surgiría el nacimiento de la República de la
Florida, considerada acto de justicia en el marco de la legislación
internacional vigente para la época, entonces también era legal expulsar
a los españoles acantonados en la península de la Florida. Simón
Bolívar se plantea la necesidad de lograr la independencia de la Florida
como clamaban sus habitantes que se encontraban envueltos en una
guerra fratricida entre nativos timicuas, seminolas; y colonos ingleses,
franceses, españoles y estadounidenses, además para el libertador
liberar la región del dominio español-estadounidenses, significaba una
estrategia para cortar el paso de barcos enemigos que desde los puertos
de Boston llevaban armamentos y municiones a los realistas acantonados
en las riberas del Orinoco, puesto que la ruta la hacían por el estrecho
marítimo que separa la Florida con la isla de Cuba que estaba también
en poder de España. A partir del 25 de julio de 1817 cuando 150
venezolanos ocuparon la isla Amelia, en la costa Atlántica de los
Estados Unidos, en poder de España, proclamando la República de Florida,
que Estados Unidos reaccionó en contra de las acciones realizadas y que
encabezaba Simón Bolívar, al lado del oficial escocés Mc Gregor. El
presidente norteamericano, James Monroe (1817-1825), empezó por
descalificar ante el Congreso de su país a los libertadores de La
Florida; los llamó aventureros, fugitivos internacionales, piratas,
esclavos que se ocultaban; se aventuró a afirmar que no se había
establecido en Amelia un gobierno, sino un sistema de piratería que
propiciaba el contrabando y la rebelión de los seminolas contra los
Estados Unidos. La Grampus
Además
de los acontecimientos de La Florida y otros escritos donde autoridades
políticas estadounidenses declaran su animadversión por los líderes
revolucionarios latinoamericanos, los intereses de Estados Unidos
estaban inclinados, según documentos, a dominar el sur del continente y
para ello Simón Bolívar era un obstáculo en sus ambiciosos planes.
William Hernández deduce a través de la propia historia, las razones por
las cuales un navío de la armada extranjera, persiguió desde el Puerto
de Sabanilla, muy cerca a Barranquilla al Bergantín "Manuel", que
transportaba a Bolívar hacia Santa Marta (año 1830). No cree en las
buenas intenciones que tuvo la goleta de nombre "Grampus", comandada por
un capitán llamado Isaac Mayo, para escoltar a la embarcación de
propiedad del empresario samario, Joaquín de Mier. A su arribo a Santa
Marta, Mc Night tuvo la oportunidad de entrevistarse en tres ocasiones
con Reverend, según este último, para intercambiar conceptos acerca del
estado de salud del prócer. El médico duró apenas tres días en Santa
Marta.
"¿Para qué se reunió el médico militar, enemigo
de Simón Bolívar con Alejandro Próspero Reverend?" es la interrogante
que se hace el historiador Hernández Ospino cuando explica apartes de lo
que publica en su novela. "Yo concluyo que es Mc Nigth, quien le
recomienda a Alejandro Próspero Reverend el tratamiento que debe usar
para acabar con Simón Bolívar", declara contundentemente al tiempo que
enlaza esa relación con lo que se estaba gestando en Lima, entre los
gringos y Francisco de Paula Santander. Conspiración de Santander
Hernández muestra unas de las cartas escritas por el cónsul de Estados
Unidos en Lima hacia el año de 1827, William Tudor, quien mantenía
comunicación con Santander y en una de ellas declara: "El general
Santander está de acuerdo con nuestros planes, el general Santander
aprueba lo que estamos haciendo aquí en Lima". Mientras tanto estaba en
Bogotá William Henry Harrison, ministro plenipotenciario de Estados
Unidos en Bogotá (1827), quien fuera más adelante el noveno presidente
de los norteamericanos, según cuenta la historia se reunía en la
residencia de Nicolasa Ibáñez, amante de Santander, cómplice, quien al
parecer conjuraba desde su casa al lado de los enemigos de Bolívar,
cobijados en la llamada Sociedad Filológica integrada en su mayoría por
masones.
"El grupo estaba integrado por Vicente Azuero,
Luis Vargas Tejada, Francisco Soto, Miguel Uribe, Pedro Carujo,
Ezequiel Rojas y el misterioso, doctor Argamil, todos ellos tenían un
claro objetivo: matar a como diera lugar a Bolívar".
En
síntesis de todos estos enigmas, no queda más que misterios e
interrogantes, que si bien la historia ha intentado aclararlos, muchos
de ellos no han sido con la verdad. Este podría ser uno de aquellos
casos donde a través de la investigación y conectando cada detalle que
muestra las evidencias del pasado, la certeza podría develar algo que
muchos han considerado una mentira y que otros han decidido sepultar las
causas por las cuales murió el Libertador. Fuente:
. .La Carta, que cambiara la historia, tomos I, II, por. Jorge Mier Hoffman.
. .Nuestras Efemérides, Gisela Soto.
. .Qué celebramos hoy, Vinicio Romero Martínez.
. .El Desafío de la historia, revista nº 6, año 1.
. .William Hernández Ospino, pág. Web.
. .Un enigma llamado Bolívar, pág. Web
. .http://www.simon-bolivar.org
CON ESPECIAL DEFERENCIA A NUESTRO AMIGO SOTERO QUIEN PAPA DIOS SE LO LLEVO AL CIELO PARA QUE LO AYUDARA A CONTROLAR A LOS ANGELITOS DE ANDRES ELOY BLANCO